Detalles a tener en cuenta para que nuestra primera experiencia con el mar no termine en una mala experiencia o peor aún, nos marque negativamente en un futuro?
Para todo hay una primera vez en esta vida. En la vela ése día puede ser el que te una inseparablemente al mundo del mar o te haga no embarcar nunca más. Por ello vamos a dedicarle el post de esta semana.
El hombre es un ¨animalito de costumbres¨ por ello defiendo que la relación entre el hombre y el mar debe basarse en un acercamiento progresivo: vivir experiencias a su debido tiempo. Claro, esto es muy fácil decirlo pero ¿quién puede hacer predicciones a bordo?
Vamos repasar una serie de detalles que el patrón debe tener en cuenta cuando su tripulación embarca por primera vez.
Embarque en dinghy.
Si el barco se encuentra fondeado la única manera de llegar a él es en chingillo, dinghy, neumática o bote auxiliar (hay muchos términos para referirse a él). Cuando embarques trata de pisar lo más bajo posible (en la cubierta, no en el brazo hinchable) la pisada será más firme y estable. Hay que repartir el peso por igual en ambas bandas y que esté ligeramente más cargado en la popa (parte trasera) que en proa (parte delantera). Nunca sobrecargar el dinghy pues terminaremos embarcando agua y mojando tanto al pasaje como el equipaje.
Un vez lleguemos al costado o a la popa del barco la persona de proa a lanza el cabo del dinghy a alguien a bordo que aguantara ése cabo pegandolo lo más posible y evitando que se separe. Mientras una de las personas a popa del bote aguanta sin levantarse para que el bote se mantenga lo más pegado posible al barco. Se levantan uno por uno y van embarcando. Si tienen equipaje de mano pasar primero el equipaje, bolso, móvil y zapatos (recuerden descalzarse antes de embarcar) a la persona de apoyo que ya hay en el barco para tener ambas manos libres y poder asegurarnos bien.
Una vez a bordo.
Hay que estar preparado y pensar que la gente que no esta acostumbrada a navegar se marea. Se recomienda tomar una pastilla antimareo 30 min antes de embarcar. Ante la duda (si marea o no) se recomienda tomar un comprimido a ser posible con cafeína pues dan sueño. Si no hemos tomado la precaución de tomar una pastilla y nos empezamos a sentir ¨raros¨: salibamos más de lo normal, sentimos ¨algo¨en el estómago etc. Lo mejor es mirar al horizonte, tener un cubo o bolsa plástica bien a mano y que el viento nos de bien en la cara. Nunca baje al baño o a la cocina pues seguro empeoraremos. Las aceitunas rellenas de anchoas funcionan bastente bien como remedio casero contra el mareo por su alto contenido en sodio.
En barcos ¨pequeños¨ (no hablo de ferries ni cruceros si no de veleros de un solo casco y de una eslora hasta 40 metros) cuando izemos vela lo primero que van a notar es: el vavivén del barco y su escora (ángulo de inclinación respecto al horizonte). Aunque la magia de la vela es navegar en contra de la fuerza que nos propulsa, recomendamos al patrón en bautismos a vela navegar a rumbos abiertos: nunca cerrrar el ángulo con el viento menos de 90º para evitar grandes escoras.
Así mismo explicar al pasaje qué cabos van a trabajar bajo presión (escotas y drizas) y su ubicación. Afirmar más de lo normal éstos para prevenir que alguien para equilibrarse toque uno de ellos dejándolo libre. Dar una vuelta extra a los winches. Adujar (ordenar) bien todos los cabos para prevenir posibles caidas al agua de los mismos.
Sea condescendiente con ellos y no trate de ¨rizar el rizo¨, ya habrá más oportunidades en el futuro para poner el barco a ceñir.
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Les deseamos un muy buen fin de semana, a ser felices!
